Cómo hacer y utilizar
preparaciones caseras con plantas medicinales: infusiones,
decocciones, tinturas y jarabes
Para aprovechar los
principios activos de las plantas medicinales, existen distintos
procedimientos que podemos utilizar en nuestro remedios caseros.
Dependiendo del tipo de planta y la finalidad con que queramos
usarla, cada preparación aporta unas características especiales que
debemos tener en cuenta para obtener el máximo beneficio. En este
post te explicamos cuáles son las preparaciones caseras con plantas
medicinales más utilizadas y la forma de elaborarlas.
Infusión
Este método es el más
conocido y utilizado y, sin duda, el más fácil de elaborar. La
infusión es un método muy eficaz para obtener los principios
medicinales de algunas plantas aromáticas sobre todo cuando se trata
de hojas, flores o tallos.
Para que verdaderamente
sea una infusión, no debemos hervir la planta. El procedimiento es
el siguiente: se pone agua a calentar y, en cuanto echa a hervir, se
retira del fuego y se añade la planta, tapándola y dejándola
reposar aproximadamente 10 minutos. En el caso de plantas ricas en
taninos (como el té verde, una planta con numerosas propiedades),
conviene dejarlo reposar tan solo unos 40sg, ya que los taninos se
pierden y se torna un gusto más amargo.
La infusión se puede
preparar con plantas secas o con plantas frescas aunque hemos de
recordar que la planta seca es más concentrada que la fresca (ya que
la fresca contiene gran cantidad de agua). Aproximadamente, una
cucharadita de planta seca equivaldría a 3 de planta fresca. Algunas
de las plantas más indicadas para elaborar infusiones son:
Manzanilla
Menta
Tila
Romero
Tomillo
Melisa
Salvia
Hinojo
Eneldo
Anís
Castaño de Indias
Cardo Santo
Cardo Mariano
Cola de caballo
Té verde
Ortiga
Clavo
Hamamelis
Decocción
La decocción se utiliza
para obtener las propiedades de partes no aromáticas o partes duras
de una planta, como las raíces, cortezas, etc. Para ello, se pone la
parte de la planta desmenuzada en un cazo con agua fría y se lleva
a la ebullición, dejando hervir aproximadamente 10-20 minutos a
fuego muy lento. El asunto del fuego lento es muy importante para que
el agua resultante contenga un máximo de propiedades medicinales.
Algunas plantas indicadas para la decocción son:
Jengibre
Diente de león
Saponaria
Cáscara sagrada
Equinácea
Ruibarbo
Arpagofito
Regaliz
Bardana
Sauce
Tintura
Desde hace miles de años
el alcohol se utiliza como disolvente para extraer los elementos
medicinales de algunas plantas, ya que los principios activos quedan
“atrapados” en el alcohol, y al mismo tiempo, este alarga la
conservación del producto de manera natural durante largos períodos
de tiempo.
Aunque se pueden hacer
formulaciones profesionales con medidas específicas para cada tipo
de planta, podemos establecer unos factores comunes que nos servirán
para elaborar remedios caseros de forma general. Para ello, lo mejor
es usar vodka o vino.
Para elaborar una tintura
mezcla 120gr de la planta seca que quieras usar y añade 500ml de
vodka o vino en un recipiente de vidrio. Déjalo macerar en el
exterior pero que no le de el sol (la oscilación de temperatura
entre el día y la noche favorece la extracción de los principios
activos), durante dos semanas. Pasado ese tiempo, cuela los restos
dejando solo el líquido obtenido y consérvalo en un recipiente de
vidrio opaco lejos de la luz y el calor.
Para tomarlo existen
varias alternativas. O bien lo tomas en gotas directamente
(generalmente entre 2-4ml, 3 veces al día), o bien lo disuelves en
un vaso de agua, o bien lo añades a una infusión, etc.
Algunas plantas indicadas
para tomarlas en tintura son:
Castaño de indias
Angélica
Gayuba
Ajenjo
Equinácea
Abedul
Borraja
Lavanda
Caléndula
Cola de caballo
Cardo santo
Ulmaria
Regaliz
Hamamelis
Hipérico
Menta
Jarabe u Ojimel
Elaborar un jarabe u
ojimel es la mejor opción cuando se trata de tomar plantas con un
sabor fuerte o desagradable, creando un producto dulce que contenga
los principios activos de la planta original. Los ojimeles se
elaboran mezclando la planta con miel y vinagre e hirviéndolo hasta
que se consigue una textura de jarabe.
Por ejemplo, uno de los
más utilizados es ojimel de ajo. Para elaborarlo, mezcla 50gr. de
ajo cortado en rodajas, 250ml de vinagre y 300gr de miel y déjalo
hervir hasta que adquiera consistencia de jarabe. Luego, consérvalo
en un recipiente de vidrio y tómalo como si fuera un jarabe (unas
dos cucharadas soperas) o para hacer gargarismos.
info@vidanaturalia.com
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